Alejo Muntaner Llull nace en Manacor en 1920. Estudia en la escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palma junto a Pere Barceló, y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi (Barcelona). A partir de 1945, se instala sucesivamente en Barcelona, París y Roma y regresa a la Isla en 1974. Expone su obra por primera vez en Manacor (1947) y posteriormente ha expuesto su obra en diferentes pueblos de Mallorca y Cataluña. Parte de su obra se haya esparcida por diversos países europeos, americanos y Filipinas, donde es reconocido. Cultiva temas de paisaje urbano y rural habitualmente al óleo.Influido por el realismo del siglo XIX y, después por los impresionistas franceces. Don Pedro Quetglas (XAM) en un libro "Cien años de la Historia de Baleares", le dedicó las siguientes letras: "Al
pintor Aleix Muntaner artista de gran sensibilidad en el color,
Cándido Ballester, Premio Fundación Barceló, escribe sobre Muntaner: "He aquí el paisaje ensoñado. El ensoñado paisaje de Mallorca, sobre todo las calles y plazas de Ciutat, dispuesto sobre una tela de una manera expresionista, de pincelada rotunda y matirica, con un sensible manejo de la espatula, en la que las gamas frías, azules, verdosas se equilibran con esos necesarios fragmentos calidos, orquestando dominantes y complementarios y sobre todo disponiendo gamas tonales. ALEJO MUNTANER sabe de su hacer (sabe hacer pintura) que adquiera una suntuosidad hija no del paisaje mallorquín, por supuesto, sino que concierne al paisaje interior, al territorio espiritual del artista. Ese paisaje es algo así como un testimonio de ausencias. Mallorca, sobre todo Palma, es una suma de ausencias. Sobre todo a lo largo de su litoral. Se han reemplazado los pinares y las dunas de playas acogedoras por el cemento de las calzadas y los hoteles gigantescos. Es que Mallorca sufre también la degradación que acompaña a toda industria de masas. Es inevitable. Esta visión íntima, sentida de nuestra ciudad, es el canto del cisne de un pintor de soledades y de silencios que camina las callejuelas recoletas del casco antiguo, visita las plazas y las ramblas que el tiempo ha ido patinando, velando con transparencias matizadas, casi fantasmales. ALEJO MUNTANER ama su ciudad, que nada tiene que ver con la que hoy se degrada por obra y gracia de "modernizaciones disparatadas" al estilo de neo-urbanizaciones impersonales. Mallorca es un conjunto de urbanizaciones costeras que degradan la bahía y la cultura. Por ello es sumamente aleccionador que haya pintores de la nostalgia diría yo, que establecen mediante su buen hacer una visión romantica del entorno. Porque en ALEJO MUNTANER anida la melancolma. Pinta lo que alguna vez fue y lo que aún resta del naufragio. Estimo que aquí la pintura se va convirtiendo en testimonio. Un sentido testimonio de amor a la calle, al barrio, a la plaza de la niñez. Este hombre delgado, de andar lento y sonrisa profunda carga con el bagage de sus sueños de amador de las cosas humildes, sentidas, valiosas para la memoria, y las lleva al lienzo, y a golpes de espatula va fijando en su superficie fragmentos de la ciudad que fue. Pero fundamentalmente, va haciendo pintura y de la buena, domina los tonos, enriquece las texturas y nos hace sentir la belleza. Y el silencio..." ISP Mallorcanet 2002 |
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